domingo, 9 de septiembre de 2007

APERTURA 2007 FECHA 7




Hoy podría decirse que la renovación parcial que experimentó San Lorenzo después de ganar el Clausura, que en riqueza individual teóricamente le dio más de lo que le quitó, convirtió a un equipo bastante armado en otro en estado de experimento. A eso parecen responder los síntomas que está dando: una inestabilidad que lo lleva de reacciones épicas, como ante Racing, a actuaciones aceptables que no logra efectivizar, como con Vélez, o a la imagen de desequilibrio y confusión que le valió esta derrota con Arsenal. Desorientación que también tomó a su técnico, porque el mensaje de Ramón Díaz también hizo su aporte considerable en el desbarranco de ayer.

De un partido que dejó tanto de qué hablar es necesario separar esa cuestión conceptual de otra más visible, que es la del perjuicio que sufrió el Ciclón con los errores decisivos del árbitro Pompei. Obviamente, después San Lorenzo eligió la queja por esto último antes que la autocrítica, según las costumbres vigentes. Salir de este atolladero le demandará girar de nuevo el foco hacia sí mismo.

Lo que ofreció San Lorenzo mientras el partido estuvo 0 a 0 estuvo en un punto medio entre la desidia y la falta de intensidad, salvo el caso de algunos de sus hombres (Méndez, Rivero, Aureliano Torres). El impensado gol del lateral paraguayo, más consecuencia de la lentitud de Cuenca para tirarse al piso que de la potencia del remate, le hizo creer que ganaría por decantación. Fue su primer error de la tarde. El partido ya hablaba de cosas diferentes al 1-0 parcial. San Lorenzo no había creado peligro nunca; la pelota no les llegaba limpia a sus delanteros y, en el medio campo, Arsenal, más compenetrado y laborioso -especialmente con San Martín y con Yacuzzi- le presentaba una batalla dificilísima. El otro renglón preocupante para el campeón estaba en una defensa con cortocircuitos, tal vez derivados de su composición de emergencia por las ausencias de Bottinelli y de Tula.


Para San Lorenzo vendría otro momento de tranquilidad ficticia. Después del empate de penal de Calderón -primera polémica de la tarde y momento clave del partido, porque los locales se quedaron sin Méndez, su hombre más fogoso en el fondo-, un jugadón del Malevo Ferreyra le sirvió el gol a Silvera, merecido premio para un delantero que se esforzó mucho para colaborar con su defensa. Por lo que había pasado hasta allí, el 2-1 tenía el sabor de un resultado de cristal.

Es cierto que jugar en desventaja numérica en un campo tan grande como el del Bajo Flores es complicado porque se vuelve difícil cubrir los espacios, pero las decisiones de Ramón para encarar el segundo tiempo exageraron la nota. Por Menseguez, lesionado, el DT decidió ubicar un defensor como Alvarado para recomponer la última línea. Eso fue sólo un detalle comparado con la postura del equipo, que desde entonces caminó por la cornisa al retrasarse de la manera en que lo hizo.

Su colega Gustavo Alfaro fue más optimista y leyó mejor lo que estaba ocurriendo. Progresivamente fue cubriendo la cancha con hombres de perfil ofensivo: Biagini, Andrizzi, Villar. Arsenal no está precisamente programado para un ataque en masa, pero su merodeo del área del Ciclón empezó a hacerse muy insistente. Al partido, globalmente, lo hacían muy entretenido las respuestas de San Lorenzo, que mientras resistía a ese asedio creciente encontraba espacio para réplicas, en las que Cuenca apareció un par de veces con acierto. El lógico empate de Arsenal llegó con otra equivocación de Pompei -Andrizzi estaba adelantado cuando tocó al gol-, y aunque no faltaba mucho, el estado de casi desbande del Ciclón desde el medio hacia atrás multiplicaba el tiempo y las esperanzas de su rival.

Arsenal vio las grietas ajenas y hundió más el cuchillo. Andrizzi combinó con Villar, que despachó el derechazo del 3-2, y Calderón cerró la faena en el completo desconcierto final de San Lorenzo, obligado a rebuscar en su interior las respuestas que hasta hace poco parecía conocer de memoria.

LO CURIOSO
La semana perfecta de Arsenal: tres victorias 


Arsenal fue la contracara del Ciclón: antes de los dos triunfos sobre San Lorenzo se había impuesto a Newell s (1-0, el sábado 1°), por el Apertura.


APERTURA 2007
NUEVO GASÓMETRO
FECHA 7
DOMINGO 09 DE SEPTIEMBRE DE 2007


SAN LORENZO 2
Aureliano Torres, Andrés Silvera


ARSENAL 4
José Luis Calderón -2-, Martín Andrizzi, Diego Villar

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