Dio la sensación de que Colón jamás hubiese hecho un gol. Y también quedó la impresión de que Arsenal hubiera anotado muchas veces más si se lo proponía. Por las seguras manos de Cuenca y porque los santafecinos tuvieron la mira torcida cerca del arco, el equipo de Sarandí se llevó el triunfo por 2-0. Aunque las cosas no estuvieron tan claras como lo marca el resultado. Para nada.
Colón se retiró derrotado por su propia impericia para la definición. Tan cerca estuvo de la apertura en ese comienzo en el que los santafecinos fueron nítidos dominadores. Tuvieron cuatro situaciones de riesgo en apenas 15 minutos: Cuenca les ganó a Grisales y a Centurión y Ramírez y el mismo Grisales patearon desviado desde buenas posiciones.
Arsenal pareció desentendido del desarrollo. Los volantes perdieron casi siempre contra el despliegue y la técnica de Falcón, por la derecha, y de Centurión, por la izquierda. Fue cuando el conjunto de Sarandí se refugió cerca de su arco y esperó algo de calma. Su mayor virtud fue el oportunismo. Y tuvo como impensado aliado a la defensa de Colón, que se distrajo tras un envío de Damonte. Calderón quedó mano a mano con Tombolini, que ganó en la primera jugada; pero el rebote favoreció al atacante, que convirtió con el arco libre. Fue su primer festejo desde su regreso al club.
El juego pocas veces se emparejó. Colón siempre pareció más sólido. Arsenal ofreció resistencia y corrió mucho; redobló la atención para no distraerse. Y, claro, creció la figura de Cuenca, que una y otra vez tuvo intervenciones decisivas. El arquero acertó frente a Grisales, en un remate bajo; a contrapierna, desvió un intento de Gandín; además, salvó un mano a mano de Grisales, otro de Ramírez y un violento tiro desde lejos de Garcé. Como si fuese poco, un cabezazo de Enría pegó en el palo y Ramírez pateó débil. ¿Quién evitó el gol? Cuenca. Sí, el equipo dirigido por Leonardo Astrada rozó el empate varias veces, pero nunca lo aseguró.
Hasta que los errores defensivos definitivamente frustraron a Colón. Otra vez se quedó la defensa tras un pelotazo; Tombolini -reclamó una plancha que no hubo- salió tarde y Ulloa se anticipó y definió con un tiro cruzado. Por Cuenca y la mala puntería de su rival, Arsenal alzó los brazos y gritó fuerte.
4 son los partidos que Arsenal llevaba sin victorias, con dos derrotas y dos empates.
EL DATO
Aníbal Matellán sólo espera la habilitación
El defensor, última incorporación de Arsenal, estuvo anoche en el estadio. Aún no llegó el transfer de Gimnastic, de España.
APERTURA 2007
SARANDI
VIERNES 10 DE AGOSTO
FECHA 2
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