Hasta el momento, el partido más importante de su corta historia en el fútbol grande de Argentina y América. Ese podría ser una especie de rótulo para el encuentro que Arsenal de Sarandí debía afrontar ante las Chivas de Guadalajara en su propio estadio. Porque para un club de los relativamente nuevos, no es poca cosa llegar a los cuartos de final de la Copa Sudamericana, más aún si se tiene en cuenta que en el camino quedó San Lorenzo, el campeón de su país. Por todo eso, el conjunto de Alfaro se convirtió en la revelación de la competencia y quizás también en uno de los favoritos. Hoy, debía demostrarlo.
Con todo ese currículum, se ponía sobre la mesa un tema muy importante. ¿Qué debía hacer Alfaro y su equipo ante un desafío tan importante?¿Pensar más en el arco propio o en el contrario? Simple. En los dos. Aunque no siempre se puede encontrar una fórmula perfecta para conseguirlo, más aún en una instancia de Copa como la que se juega. Por eso, iba a ser importante analizar con el correr del encuentro cuál de las dos iba a ser la prioridad de todo Sarandí, en este encuentro de ida.
Claro está, un gol como visitante vale mucho. Por eso, el Arse debía pensar en cuidar su propio arco. Pero también, se sabe que una ventaja en su propio estadio sería fundamental para viajar con mucha tranquilidad a México y allí sí, especular o salir a atacar con todo, según amerite la circunstancia. Hasta aquí la previa. Pero en el comienzo del encuentro, no estaba muy en claro la postura de Arsenal. La del Guadalajara la tapaba en ese tramo del partido. Los de Alfaro arrancaron dormidos y los dirigidos por Manuel de la Torre intentando aprovechar esa circunstancia.
Pero esa idea se comenzó a revertir con el correr de los minutos. Arsenal logró reaccionar y muy de a poco se encargó de encerrar a su rival en el sector defensivo. Con empuje, más que nada y con poco fútbol. Andrés San Martín, clave en la mitad de la cancha fue uno de los responsables. Pero las chances no eran demasiadas claras para que José Luis Calderón o Santiago Raymonda pudieran convertir y sacar una ventaja que hubiera sido exagerada por el trámite del encuentro.
En la segunda etapa, la actitud fue diferente. Arsenal se dio cuenta de que las Chivas no tenían demasiado para inquietar a Cuenca (aunque Esparza tuvo una buena desde afuera del área que tapó el arquero) y se fue con todo por la ventaja. Desde los primeros minutos, al empuje que habían demostrado San Martín, Pablo Garnier (ingresó por Martín Andrizzi) y Sebastián Carrera, en la mitad de la cancha, se les sumó el buen juego del Papu Gómez (entró en lugar de Casteglione) y Raymonda, responsables de manejar la pelota. Pero con eso solo no alcanzó.
Un cabezazo desviado de Calderón y un remate alto de Raymonda desde una inmejorable posición fueron lo más peligroso para el arquero mexicano en esa segunda etapa. No mucho más. Es cierto, Arsenal intentó en todo momento y se las rebuscó para jugar muy cerca del área de las Chivas, pero no fue demasiado lo que pudo hacer. Ni siquiera el ingreso de Ulloa alcanzó para cambiar la historia. El juego del local fue claro. En la primera etapa pensó más en su arco y en la segunda en el del rival. ¿El resultado? Un 0-0 que deja un interrogante gigante para la revancha.
Ese encuentro será dentro de quince días en Guadalajara, donde el local no contará con Francisco Rodríguez, expulsado sobre el final. Que las Chivas no hayan convertido en Sarandí le deja a Arsenal una tranquilidad muy importante para afrontar la vuelta. Para conseguir la clasificación, necesita al menos convertir un gol y empatar o ganar en tierras aztecas. Complicado si se tiene en cuenta el historial de los equipos argentinos en ese reducto. Pero no imposible para este equipo que ya escribió su historia, pero que va por mucho más.
Con todo ese currículum, se ponía sobre la mesa un tema muy importante. ¿Qué debía hacer Alfaro y su equipo ante un desafío tan importante?¿Pensar más en el arco propio o en el contrario? Simple. En los dos. Aunque no siempre se puede encontrar una fórmula perfecta para conseguirlo, más aún en una instancia de Copa como la que se juega. Por eso, iba a ser importante analizar con el correr del encuentro cuál de las dos iba a ser la prioridad de todo Sarandí, en este encuentro de ida.
Claro está, un gol como visitante vale mucho. Por eso, el Arse debía pensar en cuidar su propio arco. Pero también, se sabe que una ventaja en su propio estadio sería fundamental para viajar con mucha tranquilidad a México y allí sí, especular o salir a atacar con todo, según amerite la circunstancia. Hasta aquí la previa. Pero en el comienzo del encuentro, no estaba muy en claro la postura de Arsenal. La del Guadalajara la tapaba en ese tramo del partido. Los de Alfaro arrancaron dormidos y los dirigidos por Manuel de la Torre intentando aprovechar esa circunstancia.
Pero esa idea se comenzó a revertir con el correr de los minutos. Arsenal logró reaccionar y muy de a poco se encargó de encerrar a su rival en el sector defensivo. Con empuje, más que nada y con poco fútbol. Andrés San Martín, clave en la mitad de la cancha fue uno de los responsables. Pero las chances no eran demasiadas claras para que José Luis Calderón o Santiago Raymonda pudieran convertir y sacar una ventaja que hubiera sido exagerada por el trámite del encuentro.
En la segunda etapa, la actitud fue diferente. Arsenal se dio cuenta de que las Chivas no tenían demasiado para inquietar a Cuenca (aunque Esparza tuvo una buena desde afuera del área que tapó el arquero) y se fue con todo por la ventaja. Desde los primeros minutos, al empuje que habían demostrado San Martín, Pablo Garnier (ingresó por Martín Andrizzi) y Sebastián Carrera, en la mitad de la cancha, se les sumó el buen juego del Papu Gómez (entró en lugar de Casteglione) y Raymonda, responsables de manejar la pelota. Pero con eso solo no alcanzó.
Un cabezazo desviado de Calderón y un remate alto de Raymonda desde una inmejorable posición fueron lo más peligroso para el arquero mexicano en esa segunda etapa. No mucho más. Es cierto, Arsenal intentó en todo momento y se las rebuscó para jugar muy cerca del área de las Chivas, pero no fue demasiado lo que pudo hacer. Ni siquiera el ingreso de Ulloa alcanzó para cambiar la historia. El juego del local fue claro. En la primera etapa pensó más en su arco y en la segunda en el del rival. ¿El resultado? Un 0-0 que deja un interrogante gigante para la revancha.
Ese encuentro será dentro de quince días en Guadalajara, donde el local no contará con Francisco Rodríguez, expulsado sobre el final. Que las Chivas no hayan convertido en Sarandí le deja a Arsenal una tranquilidad muy importante para afrontar la vuelta. Para conseguir la clasificación, necesita al menos convertir un gol y empatar o ganar en tierras aztecas. Complicado si se tiene en cuenta el historial de los equipos argentinos en ese reducto. Pero no imposible para este equipo que ya escribió su historia, pero que va por mucho más.
COPA SUDAMERICANA 07
CUARTOS DE FINAL
PARTIDO DE IDA
MIERCOLES 10 DE OCTUBRE
ARSENAL 0
CHIVAS 0
CHIVAS 0
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