Nadie podía quitarle el sueño a Arsenal, que visitaba a Argentinos en La Paternal y, en el caso de sumar de a tres, podía prenderse en serio entre los que pelean arriba. Más teniendo en cuenta que el equipo de Alafaro todavía tenía pendiente el choque suspendido ante Godoy Cruz. Enfrente, los de Domenech necesitaban imperiosamente una victoria para escalar posiciones.
A la hora de jugar y de demostrar intenciones ofensivas, ambos dejaron bastante que desear. El Bicho tenía un poco más la pelota y buscaba adelantar sus líneas, pero sufría mucho la escasez de ideas. Esta situación mantenía en tranquilidad al Arse, que esperaba ante un rival que prácticamente no lo inquietaba y, de alguna forma, se conformaba con el transitorio empate sin goles.
Así se fue una primera parte que no dejó demasiado. Dos equipos que se excedieron en cautelosos y no apostaron por la victoria. Por eso, el resultado con el que se fueron al descanso fue el más apropiado con relación a lo que había sido el trámite. Un cero a cero clavado.
Cambiaron la actitud en el segundo tiempo. Ambos salieron a buscar más arriba y el partido tomó otro color. Aunque con el correr de los minutos, Argentinos fue arrinconando a Arsenal contra el arco de Cuenca. El arquero, de a poco, se convertía en figura. Y El Bicho iba cada vez con más ímpetu.
La más clara llegó cuando se jugaba un cuarto de hora. Pérez Castro tiró un centro al área, Loeschbor y Núñez no llegar, y Hauche reventó el travesaño. Los de Domenech jugaban mejor y empezaban a hacer méritos para ponerse en ventaja. El gol estaba al caer. Y cayó, nomás.
Cayó cuando promediaba la segunda parte. Leonel Núñez ejecutó un tiro libre, mitad centro y mitad al arco, y nadie pudo tocar la pelota en el camino. Picó, dejó a Cuenca sin chances y se metió. Argentinos era un poco más y ganaba bien. La ventaja era un premio a la iniciativa.
Quedaba poco y nada en La Paternal. Parecía que El Bicho se llevaba los tres puntos, pero al Arse iba por la igualdad y aún le quedaba un as bajo la manga. A nueve minutos del final y también de tiro libre, como devolviéndole la gentileza a Núñez, Caffa metió un golazo y clavó el empate. Todo como al principio.
Los dos habían puesto sus ases sobre la mesa. La historia tenía olor a terminada. Pero Arsenal tenía resto. Y a dos de que se cumpliera el tiempo reglamentario sacó el 7 de espadas y enmudeció a todo el Estadio Diego Armando Maradona. Valdemarín ganó en las alturas, cabeceó y provocó el delirio en la popular visitante. Fiesta en Sarandí. El equipo de Alfaro da pelea y pide pista entre los grandes.
A la hora de jugar y de demostrar intenciones ofensivas, ambos dejaron bastante que desear. El Bicho tenía un poco más la pelota y buscaba adelantar sus líneas, pero sufría mucho la escasez de ideas. Esta situación mantenía en tranquilidad al Arse, que esperaba ante un rival que prácticamente no lo inquietaba y, de alguna forma, se conformaba con el transitorio empate sin goles.
Así se fue una primera parte que no dejó demasiado. Dos equipos que se excedieron en cautelosos y no apostaron por la victoria. Por eso, el resultado con el que se fueron al descanso fue el más apropiado con relación a lo que había sido el trámite. Un cero a cero clavado.
Cambiaron la actitud en el segundo tiempo. Ambos salieron a buscar más arriba y el partido tomó otro color. Aunque con el correr de los minutos, Argentinos fue arrinconando a Arsenal contra el arco de Cuenca. El arquero, de a poco, se convertía en figura. Y El Bicho iba cada vez con más ímpetu.
La más clara llegó cuando se jugaba un cuarto de hora. Pérez Castro tiró un centro al área, Loeschbor y Núñez no llegar, y Hauche reventó el travesaño. Los de Domenech jugaban mejor y empezaban a hacer méritos para ponerse en ventaja. El gol estaba al caer. Y cayó, nomás.
Cayó cuando promediaba la segunda parte. Leonel Núñez ejecutó un tiro libre, mitad centro y mitad al arco, y nadie pudo tocar la pelota en el camino. Picó, dejó a Cuenca sin chances y se metió. Argentinos era un poco más y ganaba bien. La ventaja era un premio a la iniciativa.
Quedaba poco y nada en La Paternal. Parecía que El Bicho se llevaba los tres puntos, pero al Arse iba por la igualdad y aún le quedaba un as bajo la manga. A nueve minutos del final y también de tiro libre, como devolviéndole la gentileza a Núñez, Caffa metió un golazo y clavó el empate. Todo como al principio.
Los dos habían puesto sus ases sobre la mesa. La historia tenía olor a terminada. Pero Arsenal tenía resto. Y a dos de que se cumpliera el tiempo reglamentario sacó el 7 de espadas y enmudeció a todo el Estadio Diego Armando Maradona. Valdemarín ganó en las alturas, cabeceó y provocó el delirio en la popular visitante. Fiesta en Sarandí. El equipo de Alfaro da pelea y pide pista entre los grandes.
FECHA 8 APERTURA 2006
BUENOS AIRES
SABADO 23 DE SEPTIEMBRE
Argentinos Juniors 1
Leonel Nuñez
Arsenal de Sarandí 2
Juan Pablo Caffa, Lucas Valdemarín
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