sábado, 19 de agosto de 2006

ESTE EQUIPO DA PARA SOÑAR




Flor de partido se armó entre Arsenal y Nueva Chicago en el Sarandí. Ni bien Sergio Pezzotta marcó el inicio en el estadio Julio Humberto Grondona, los dos equipos salieron con todo a buscar el arco rival. Los dirigidos por Gustavo Alfaro venían de una victoria (3-1 sobre Gimnasia en el debut) y de un encuentro que no pudieron completar ante Godoy Cruz, mientras que el Torito llegaba con una derrota (2-0 con Racing) y un triunfo (3-2 sobre Argentinos). Los dos necesitaban sumar de a tres para no perderle pisada a los de arriba.

En el arranque pintó mejor el equipo de Mataderos, poniendo la pelota contra el piso y lastimando cuando se asociaban Hernán Matiuzzo, Federico Higuaín y Omar Zarif. Y fue este último quien dispuso de la primera llegada clara: allá por el minuto siete, encaró por derecha y cuando pisó el área sacó un remate bombeado que salió apenas por arriba del travesaño. El juego de Chicago era vistoso y prolijo. Y en defensa, el Torito sólo sufría los centros cruzados con los que llegaba Arsenal. De un costado y del otro.

Sin embargo, el que la metió primero fue Arsenal. Santiago Raymonda se escapó por el sector derecho, se metió en el área y le dio al arco. La pelota quedó en los pies de Nicolás Sánchez, quien intentó revolearla, con tanta mala suerte, que su despeje rebotó en el propio Raymonda y la bocha le cayó servida a Mauro Obolo para que la empujara. Los locales no habían hecho mucho mérito para ponerse en ventaja, pero con una carambola encontraron el gol a los 14 minutos.

Arsenal creció con el 1-0 y puso a Chicago contra las cuerdas. El Torito la pasaba muy mal en defensa y no hacía pie en el medio: quedaba descubierto en el fondo (Martínez y Matiuzzo iban más de lo que venían) y los hombres de Alfaro aprovechaban esos espacios. Y casi aumenta la ventaja a los 32. Caffa encaró por el medio a toda velocidad, abrió para Raymonda y el delantero enganchó, hizo seguir de largo a su marcador y sacó un zurdazo que le cayó en las manos a Daniel Vega.

Después de esa llegada de Arsenal, Chicago levantó el nivel, volvió a tener la pelota y a llegar con mayor profundidad. Primero avisó Carranza a los 38, con un disparo desde lejos que sacó Cuenca hacia un costado. Luego, a los 40, Higuaín escapó por su sector y sacó un derechazo cruzado que se fue cerca. La más clara, a los 47: Carranza metió un cabezazo que se convertía en el empate, pero se encontró con Pablo Garnier en la línea. Un primer tiempo dinámico, lleno de emociones y de muy alto vuelo.

El local salió más decidido en el segundo tiempo y complicó a Chicago temprano. Sólo iban dos minutos cuando Vega salvó por partida doble el arco del Torito. Primero le tapó un violento tiro libre a Caffa y en el rebote le ahogó el festejo a Loeschbor. El uno volvió a lucirse a los 8, cuando contuvo un remate de Gómez tras una buena maniobra colectiva de Arsenal.


Con el correr de los minutos, Chicago empezó a ira buscar con más gente, aunque ya sin demasiadas ideas. A esa altura, allá por el cuarto de hora del complemento, Alfaro ya había dispuesto un 4-4-2 y Arsenal no atacaba como antes. Es más, casi no atacaba, sino que amontonaba gente en defensa y sólo inquietaba al Torito con alguna que otra contra.

Pero ojo, no vaya a creer que Chicago era una tromba. Un disparo de Pellerano desde casi 30 metros fue lo más destacado de los de Mataderos en ataque. Y cuando se jugaba casi media hora del segundo tiempo, hubo una jugada que cambió el partido. Quedó una pelota perdida en el área de Arsenal y Loeschbor llegó tarde y tocó a Leonardo Sigali. Dio toda la sensación de que fue penal. Pero Pezzotta, tal vez, se dejó llevar por la caída aparatosa y no cobró nada. Encima, le sacó, por simular, la segunda amarilla al hombre del Torito. Para qué. En el banco visitante se lo querían comer.

Para colmo, a los 30, Arsenal aprovechó una jugada en la que Chicago quedó mal parado en defensa y Santiago Raymonda fusiló a Vega para poner el 2-0. El arquero, una de las figuras del partido, no tuvo nada que hacer en esta. A pesar de desventaja y del hombre de menos, con mucho amor propio los de Mataderos fueron a buscar el descuento. Lo tenían más que merecido, pero no se les dio. Para el final quedó una de Ezequiel Llama que se fue apenas desviada y otra de Donda, que Cuenca sacó con el pie.

Con esta victoria, Arsenal suma seis puntos y aún tiene pendiente el partido que se suspendió por incidentes ante Godoy Cruz en Mendoza. De todas maneras, lo más esperanzador es que muestra un rendimiento que da para ilusionarse. Lo mismo para el Torito en cuanto a la ilusión: si mejora algunos detalles en defensa, puede hacer un muy buen campeonato. 
 
FECHA 3 APERTURA 2006
SARANDI
SABADO 19 DE AGOSTO

Arsenal de Sarandí 2
Mauro Óbolo, Santiago Raymonda

Nueva Chicago 0

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