domingo, 5 de febrero de 2006

PRIMER TRIUNFO



FECHA 3 CLAUSURA 2006
SARANDI
SABADO 4 DE FEBRERO

Arsenal de Sarandí 1
Silvio González

Racing Club 0

 
Racing tenía una dura prueba. El agónico empate obtenido, penal regalado mediante, ante Colón, le dio aire a Teté Quiroz. Pero entre lesionados y suspendidos (Bastía, Grabinski, Estévez y Torres), el entrenador de la Academia se rompió la cabeza para armar el equipo. ¿La buena? El regreso del Mago Capria.

Encima, visitaba a un equipo muy ordenado y prolijo, como es Arsenal. Con una defensa de tres (Cabral, Crosa y Ubeda), Racing repetía la fórmula que la había dado buen resultado en Avellaneda. Para reforzar el sector defensivo, Simeone jugaba cerca de los centrales y el debutante De la Fuente estaba pegado al Cholo.

Tediosos y aburridos primeros minutos. Los locales dominaban el juego pero no lastimaban y Racing no podía agarrar la pelota en el medio a pesar de la cantidad de volantes que su DT decidió colocar en cancha. En quince minutos una sola jugada de peligro: desborde de Fileppi que ningún compañero llegó a conectar.

Los de Bianco eran superiores, pero Campagnuolo no trabajaba. Espínola subía por su lateral y se proyectaba bien, pero terminaba todas las jugadas mal. Caffa las corría todas pero chocaba con los centrales. Apenas la voluntad de Hirsig en el local, que se comprometía más que su rival con el encuentro.

A Racing le costaba mucho generar peligro. Alguna escapada de Fileppi por la izquierda era lo más peligroso. Pero Villanueva y Malano perdían con Sekagya y Víctor López. Las imprecisiones eran un denominador común. Todo era chato, previsible.

Se iba el primer tiempo y se sacudió la modorra. Caffa desbordó por la derecha y envió un centro que Silvio González, con una tijera, mandó a la red. Un gol de otro partido. Se fueron a los vestuarios con sensaciones distintas, bien distintas. Conformidad en el local, desazón en los de Quiroz.

Por suerte para todos el segundo tiempo fue distinto. Racing salió decidido a buscar el empate, dejó enormes huecos en el fondo y los de Bianco le sacaron jugo. Se lo perdió El Pulpo, se la tiró por arriba a Campagnuolo y se fue afuera por poco. Luego entre Caffa y Raymonda dilapidaron dos más. Pero corrían los minutos y los del Viaducto no lo liquidaban.

Era alarmante lo de Racing. Sólo arrebatos de Simeone y desbordes de Fileppe. Algún centro que era despejado sin problemas por el ugandés Sekagya y nada más. La pobreza futbolística del equipo hizo eco en su gente que comenzó a insultar a los jugadores y le pedía más entrega. Mientras tanto, Silvio González se seguía perdiendo goles. Le perdonaba la vida a la Academia.

Entonces, el resultado estaba abierto. Y Wilfredo Caballero estuvo a tono con sus compañeros: se lució ante un cabezazo del Cholo y le sacó el empate al Mago Capria. Pero la suerte estaba echada. Una nueva derrota para la Academia. Jugó muy mal, su gente se retiró molesta y Quiroz deberá trabajar mucho de cara al futuro. En Arsenal, todo es diferente. Sin grandes contrataciones el equipo suma y se hace grande ante los Grandes.

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