APERTURA 2005 FECHA 9
SANTA FE
SABADO 1 DE OCTUBRE
Colón de Santa Fé 0
Arsenal de Sarandí 0
A pesar de la gran expectativa que generó en la gente de Colón la vuelta de Edgardo Bauza como entrenador, el equipo sigue sin poder cambiar su imagen en el Apertura.
El planteo táctico de ambos equipos presagiaba un partido muy trabado. Se jugó en 50 metros, desde los tres cuartos de campo de uno a los del otro. Poco lugar para muchos mediocampistas (8 en total, 4 de cada lado), a luchar y a correr, pero de juego asociado hubo muy poco. Era extraño ver a la pelota cerca de alguna de las áreas, y en las esporádicas ocasiones en las que se asomaba alguna iniciativa de ataque, la fricción ensuciaba la intención. El dolor de ojos fue completo, porque no sólo casi ni se jugó, sino que lo poco que intentaron lo hicieron por el aire. A puro bochazo y pelota parada. Parecía que la estrategia de ambos para marcar un gol era el error del rival. Tirar la pelota para arriba e ir a presionar para generar la falla de alguno de los centrales contrarios. De esa manera llegaron algunas situaciones. A los 22 minutos del primer tiempo, Silvio González pescó un centro que cayó en el área de Colón, cabezazo y el travesaño ahogó el grito. Esteban Fuertes también encontró un centro. Conectó de cabeza y Esteban Dreer se estiró para mandarla al córner. Muy parejo, hasta en las chances de gol, una para cada uno y de características similares.
De acuerdo a cómo se planteó el desarrollo del juego, se destacaron los más fuertes. En ese desconcierto, los más afinados fueron los hombres de marca y lucha. Por eso sobresalió Ibrahim Sekagya con su físico imponente. Ganó por abajo y por arriba; y rechazó casi todos los centros que cayeron en su área.
Si bien el nivel de juego levantó en el complemento, no se puede hablar de un buen partido de fútbol. Pero fue Colón el que intentó jugar. Hubo un cambio de actitud en los jugadores locales, y fue fundamental la producción de Juan Cominges para que Colón contara con más y mejores chances que su rival. El peruano comenzó a desnivelar por su andarivel, totalmente necesario que los carrileros superen su marca porque para poder abrir un partido trabado y cerrado, la mejor manera es hacerlo por afuera, de ese modo clarificó un poco el panorama. Lo tuvo Fuertes dos veces, pero sus remates se fueron desviados. A los 39, un zapatazo de Juan Vargas pegó en el pecho de Dreer y el rebote fue desperdiciado por el propio Fuertes.
De haber un ganador, debía ser Colón, y con esas jugadas lo justificó. Sin embargo, Arsenal se defendió muy bien. Y de la mano del ugandés Sekagya se llevó un valioso punto de Santa Fe.
El planteo táctico de ambos equipos presagiaba un partido muy trabado. Se jugó en 50 metros, desde los tres cuartos de campo de uno a los del otro. Poco lugar para muchos mediocampistas (8 en total, 4 de cada lado), a luchar y a correr, pero de juego asociado hubo muy poco. Era extraño ver a la pelota cerca de alguna de las áreas, y en las esporádicas ocasiones en las que se asomaba alguna iniciativa de ataque, la fricción ensuciaba la intención. El dolor de ojos fue completo, porque no sólo casi ni se jugó, sino que lo poco que intentaron lo hicieron por el aire. A puro bochazo y pelota parada. Parecía que la estrategia de ambos para marcar un gol era el error del rival. Tirar la pelota para arriba e ir a presionar para generar la falla de alguno de los centrales contrarios. De esa manera llegaron algunas situaciones. A los 22 minutos del primer tiempo, Silvio González pescó un centro que cayó en el área de Colón, cabezazo y el travesaño ahogó el grito. Esteban Fuertes también encontró un centro. Conectó de cabeza y Esteban Dreer se estiró para mandarla al córner. Muy parejo, hasta en las chances de gol, una para cada uno y de características similares.
De acuerdo a cómo se planteó el desarrollo del juego, se destacaron los más fuertes. En ese desconcierto, los más afinados fueron los hombres de marca y lucha. Por eso sobresalió Ibrahim Sekagya con su físico imponente. Ganó por abajo y por arriba; y rechazó casi todos los centros que cayeron en su área.
Si bien el nivel de juego levantó en el complemento, no se puede hablar de un buen partido de fútbol. Pero fue Colón el que intentó jugar. Hubo un cambio de actitud en los jugadores locales, y fue fundamental la producción de Juan Cominges para que Colón contara con más y mejores chances que su rival. El peruano comenzó a desnivelar por su andarivel, totalmente necesario que los carrileros superen su marca porque para poder abrir un partido trabado y cerrado, la mejor manera es hacerlo por afuera, de ese modo clarificó un poco el panorama. Lo tuvo Fuertes dos veces, pero sus remates se fueron desviados. A los 39, un zapatazo de Juan Vargas pegó en el pecho de Dreer y el rebote fue desperdiciado por el propio Fuertes.
De haber un ganador, debía ser Colón, y con esas jugadas lo justificó. Sin embargo, Arsenal se defendió muy bien. Y de la mano del ugandés Sekagya se llevó un valioso punto de Santa Fe.
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