
RACING
04 DE ABRIL
CLAUSURA 2004
FECHA 8
Arsenal 0
Quilmes 0
Si las consignas defensivas están por encima de cualquier intento de ataque, las bondades del fútbol quedarán reducidas a un verdadero fiasco. Arsenal y Quilmes abundaron en esquemas especulativos y pregonaron la rigidez táctica con tal de no resignar el objetivo: no perder. Y ante expectativas algo vacías, ambos resultaron favorecidos con un empate sin goles, con el pequeño rédito que le da sumar de a pasitos cortos en el Clausura.
Entre tanta pobreza futbolística, sería injusto encuadrar a Quilmes en uno de esos equipos a los que les cuesta pisar el área adversaria, aunque más no fuese por cumplir con eso de atacar. El conjunto cervecero mostró la iniciativa y asumió el papel de dominador, pero con poca lucidez para desnudar las debilidades de su adversario.
Porque Arsenal replegó sus líneas y toda vez que se hizo de la pelota su circuito ofensivo se desvaneció siempre en tres cuartos de cancha. Acaso en los registros estadísticos, quedará como el equipo que en 90 minutos no generó situaciones de gol. Nada. Algún que otro centro para el heroico Calderón -hacer un gol en Arsenal hoy puede resultar una hazaña para cualquier delantero- y basta de asumir riesgos innecesarios.
Claro que si el conjunto de Burruchaga fue tan mediocre en la ofensiva, Quilmes bien podría haber ganado con facilidad... Y no lo hizo por dos razones salientes: la primera fue que Arsenal resultó ordenado y aguerrido en la defensa, lo que en ocasiones, como ayer, sirvió para no perder. Y la segunda, Quilmes no ofreció variantes para quebrar ese cerrojo en la marca a la que los locales acudieron como única estrategia.
El equipo que dirige Gustavo Alfaro desperdició dos buenas chances de convertir en el primer tiempo: a los 10 minutos, con un cabezazo que Benítez, solo ante Limia, desvió por muy poco, y cuando Garnier, a poco del cierre, concretó otro cabezazo que se fue muy cerca. Y entre una acción y la otra hubo tiempo para el lado oscuro de la pelota; para las imprecisiones, los rechazos largos, los pelotazos infructuosos, los centros a ninguna parte y los pases a los laterales cuando atacar no parece un negocio viable.
Si se esperaba una mejoría en el segundo tiempo, sólo apareció la frustración. En ese lapso Quilmes tuvo una única acción bastante clara -un remate de Torres que encontró las manos de Limia- y otra vez la apatía. Ni uno ni otro volvieron a arrimarse cerca de las áreas. Increíble. Los volantes encargados de generar juego pasaron inadvertidos y aquellos que no suelen tratar bien a la pelota por cuestiones técnicas marcaron el pulso del partido. lo que deshizo cualquier esperanza de cambio.
Entonces, Arsenal y Quilmes sellaron ese pacto de no agresión hasta quedarse cada cual con su premio. El empate les servía para sumar y no perder, ese fantasma tan temido. Incluso, lo valoraron más que jugar mal a la pelota y marcharse de la cancha entre el fastidio de la gente y los silbidos.
LA RACHA
Arsenal sigue sin ganar
Arsenal suma seis encuentros sin triunfos, con cuatro empates y dos derrotas. Su única victoria en el Clausura fue en la 2a fecha ante Atlético Rafaela, por 3 a 2.
LA FRASE
Burruchaga y la ansiedad
El técnico Jorge Burruchaga expresó el estado de ánimo de sus dirigidos: "Tenemos que ganar un partido para poder liberarnos; al equipo lo veo ansioso por una victoria".
LO CURIOSO
Todos contra Favale
Las hinchadas de Arsenal y Quilmes intercambiaron insultos, pero se pusieron de acuerdo para descargar su ira sobre el árbitro Gabriel Favale, por viejos rencores.
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