Alta Fiesta

Exhibición del Arse en Sarandí, demostró una abismal diferencia futbolística, física y mental ante un Estudiantes que nunca lo complicó ni puso en problemas su triunfo. La felicidad es doble porque la punta volvió a nuestras manos. Figuras del domingo: Yacuzzi, por la entrega en tareas ofensivas como de recuperación, Pellerano por su liderazgo y el buen trabajo de la dupla Mosquera-Uglessich en defensa, al fin un partido limpio del colombiano y además premiado con un gol.

El primer tiempo fue lo mejor de Arsenal quizás durante toda la temporada. Preciso, inteligente en todas sus líneas, y con actitud fue con todo al ataque, no esperando a que Estudiantes diera el golpe para reaccionar. En partidos anteriores la principal tarea era contener la presión del rival, aprovechando cualquier error de ellos para sacar ventaja. Esta vez Carrera, Yacuzzi y Leguizamón tomaron el control de los ataques y cada intento dejaba mal parado a los defensores de Estudiantes.

A los segundos de iniciado el partido, Carrera mete un centro, pero Legui comete un foul. Fue el primer intento claro del Arse, e instantes después, desnivelaría el marcador: tras un quite de Desábato a Legui el defensa del Pincha la envía al córner. Yacuzzi ejecuta para el centro sorprenda a todos menos a Mosquera. El colombiano aparece para peinar la pelota y cambiarle la trayectoria, entre las piernas de Andújar, mandandola al fondo del arco. Era el 1x0, el Arse a los 2 minutos sacaba diferencias y estas no tardarían en hacerse más evidentes.

Siguieron los ataques, e incluso Christian Díaz se sumó en la ofensiva, metiendo centros para que Matos o Carrera probaran al arco. Mauro Matos si bien no consigue marcar hace todo el partido un trabajo de desgaste, de bajar balones, de habilitar a Leguizamón para que este inicie ofensivas. Ojalá en los próximos partidos vuelva a la senda del gol, como en el campeonato pasado.

Arsenal se tomó un pequeño respiro, unos minutos en que dejó al Pincha la iniciativa y la pregunta de que van a hacer con la pelota. Sólo tibios intentos de Sánchez Prette, de Lentini y Salgueiro, Campestrini ni siquiera tuvo que intervenir y durante el primer tiempo fue un espectador de lujo de las acciones que pasaban en la otra área. Yacuzzi se puso el overol y empezó a laburar tanto en la parte defensiva (con Pellerano y Casteglione) y atacando por la banda izquierda, de manera incisiva, siempre al frente. Tuvo a los 15 una gran oportunidad de marcar, pero Alayes se anticipa y se la manda al tiro de rincón.

Tras una atención médica a Christian Díaz que asustó a muchos, por la cara de dolor del lateral, por suerte después se recuperó y continuó jugando, vino el segundo gol de Arsenal. Cellay comete falta a Leguizamón, bastante inocente. Legui pide la pelota y el tiro, en vez de ser un centro, es rasante y pasa entre las piernas de defensores y atacantes, superando al arquero Andújar, tapado, sin posibilidad de reacción ante el disparo que se iba por su palo izquierdo. 2x0, Arsenal aumentaba las cifras y demostraba gran convicción, de no renunciar a ir por más ni conformarse con ir ganando. Estudiantes era un equipo de zombies, cada uno por su lado y sin la mínima idea para intentar la recuperación.

Contra todo pronóstico, el Arse persistió en buscar el tercer gol, para cerrar definitivamente el encuentro. Matos tuvo en sus pies la tranquilidad pero Cellay a último momento evitó una nueva caída, así como Leguizamón y Yacuzzi en remates precisos que Andújar mandó al tiro de esquina.

Y esa diferencia tan buscada llegaría en el instante justo: Yacuzzi recibe un despeje del arquero Andújar en mitad de cancha, se la da a Casteglione que espera que el propio Yacuzzi inicie su corrida por la izquierda: cuando ya estaba mano a mano con Alayes se la entrega y comienza la carrera de Yacu rumbo al arco de Andújar. Con mucho espacio, tiempo y tranquilidad, define de manera espectacular, un remate violento ante la pasividad del arquero de Estudiantes, que no pudo hacer nada. 3x0, todo era euforia en Sarandí por el enorme desempeño del equipo, la contundencia para llegar al arco y quedarse con un triunfo merecido.

Comenzó el toque y toque, Pellerano se animaba a probar de media distancia, como aquella vez en la Sudamericana, mientras que Estudiantes sólo apostaba a Lentini o Sánchez para que intentaran desde lejos inquietar a Campestrini. Los 45 iniciales, llenos de fútbol y pintados de celeste y rojo, en una de las mejores producciones vistas en el Viaducto.

La segunda mitad estuvo de más, porque Arsenal decidió cuidarse en defensa, demorar más los ataques y tratar de no desgastar a los jugadores que habían hecho el gasto durante la etapa anterior, como Matos, Yacuzzi, Carrera y Leguizamón. Los primeros 15 minutos, hasta el cambio de Sava x Matos, nada sucedió, la pelota pasó de un área a otra sin que hubiese llegadas o intervenciones de los arqueros. Si en ese lapso Estudiantes había quedado con 10 hombres por la infantil expulsión de Alayes. Ante el panorama desolador, ingresa en el Pincha un viejo conocido: José Luis Calderón. Inmediatamente toma el liderazgo del equipo y comienza una lenta recuperación del León platense.

Galván en un principio avisaba del peligro rematando al arco, pero a la jugada siguiente vendría el descuento de Estudiantes. Intento de Calderón, Sena se la quita y pasa a Pellerano, sin embargo el 5 del Arse erra en el toque hacia atrás y se la devuelve a Caldera, quien más vivo y rápido que todos ve a Enzo Pérez libre por la izquierda. Campestrini sale desesperadamente pero el volante pincharrata se la toca antes de cualquier reacción. 3x1, todo gracias al ánimo que Calderón trataba de entregar a sus demás compañeros.

El Arse no se preocupó demasiado de este incidente, continuó atacando con Yacuzzi, Sava y Díaz, por la banda izquierda. A los 24 del ST, Calderón tuvo en sus pies el segundo descuento Pincha, pero Campestrini interviene para que el balón rebote en su cuerpo, y luego la deja ir para atajarla sin problemas. La respuesta del Arse fue un centro de Carrera al área chica que es conectado a toda velocidad por Leguizamón, Andújar aparece para evitar la cuarta caída de su portería y la manda al tiro de esquina. El encuentro se volvió de ida y vuelta, por un lado la experiencia de Calderón contra la rapidez y eficacia de Yacuzzi y Leguizamón.

Pero la reacción de Estudiantes acabaría con la expulsión de Galván, igualmente infantil por insultar al árbitro, y con los cambios de Garnero, Jara x Leguizamón y Marcone x Carrera. Los pibes no defraudaron, complicando al fondo de Estudiantes y haciendo que cometieran gran cantidad de faltas, muchas de ellas ignoradas por Collado (seguramente para evitarse quilombo en la semana)

Arsenal terminaría el partido con Uglessich amonestado y suspendido para enfrentar a River por llegar a la quinta amarilla, más Campestrini que por demorar un saque de arco le mostraron tarjeta. Los últimos minutos mostraron a un Arse más sólido, con el mismo hambre del comienzo del partido, ante un Estudiantes que prefirió cerrarse atrás para evitar la humillación de irse goleado de Sarandí.

Sin duda, un partido inolvidable del Arse el de ayer. Por más que no ganemos el campeonato o quizás no vayamos a la Sudamericana, la exhibición de fútbol y corazón del equipo da muchas esperanzas de pelear hasta el final durante este Clausura. Ahora se viene River Plate, en el Monumental. Un lugar esquivo para Arsenal en los torneos locales, donde jamás ha sumado un punto desde el año 2003, cuando ascendimos a Primera. En la Copa la historia fue diferente y al Millo lo hemos eliminado en 2 oportunidades en ese estadio. Ojalá el próximo domingo Arsenal siga haciendo historia y acabe con esa cuenta pendiente del pasado, es el último paso para ganar el respeto definitivo del fútbol argentino.