MISIÓN CUMPLIDA

Del partido de ayer, las 2 cosas que se recordarán el tiempo son haber llegado a la meta de los 25 puntos, y la vuelta al fútbol de Christian Díaz, aunque jugó apenas 5 minutos al final del encuentro. El juego fue intenso pero improductivo, ya que ambos equipos tuvieron muchas energías pero pocas ideas para marcar un gol. Por suerte, la mejor chance del partido fue nuestra, y bastó para superar a un rival flojo, que nunca tuvo la posibilidad de conseguir el empate.

La primera etapa fue de ida y vuelta en cuanto a ocasiones de gol, aunque inclinada hacia el lado de la Quema. Arsenal tuvo en Carabajal un agente ofensivo, sumado a ello los constantes centros de Yacuzzi buscando a Gómez o a Matos, sin embargo, muchas veces la pelota los sobraba y terminaba en los pies de Carrera. Huracán respondía con los contragolpes de Barrientos, y la movilidad de Barcos, quien no caía en los fuera de juego generados por la defensa del Viaducto.

Antes del gol, la más clara fue para el Globo, una corrida de Barrientos que se llevó las marcas de Gandolfi y Carabajal, y habilitó a Barcos que definió ante la salida de Campestrini. La intervención providencial de Casteglione en la línea, despejando la pelota, evitó la caída del arco del Arse. Y cuando Huracán parecía mejor plantado para buscar el resultado, el Viaducto demostró cabeza fría para aprovechar al máximo la posibilidad de abrir el marcador.

El despeje de Campestrini es rechazado por la defensa del Globo. Pero el balón le queda a Sebastián Carrera. El Tato completamente libre llega hasta el área chica de Huracán e intenta un remate. Sin embargo, la pelota rebota entre Goltz y Matos, y con mucha fortuna para el delantero, termina quedando justo para que este definiera al palo descubierto del arquero Monzón. 1-0 para el Arse, y cuando más sufríamos por los ataques quemeros conseguimos el tanto de la tranquilidad.

Porque desde aquel minuto 35 y hasta la conclusión del partido, Arsenal administró el trámite en el mediocampo y anuló toda posible reacción de su rival. Incluso tuvo chances de aumentar el marcador, como aquel tiro libre de Yacuzzi que se fue cerquita del arco. La segunda mitad comenzó con un Huracán más ofensivo, que tuvo en Colzera un arma peligrosa para buscar la igualdad. Campestrini apareció en su plenitud para evitar mayores contratiempos. Arsenal aguantaba y esperaba la oportunidad de contra. Carabajal probando siempre desde lejos, y Papu Gómez teniendo la pelota, siempre molestando a la débil defensa del Globo.

Hubo preocupación por la lesión de Gandolfi, que debió ser reemplazado de urgencia por Mariano Brau. Desde los 15 minutos de la segunda parte, todo fue una sucesión de infracciones, fueras de juego y remates desviados, sin mucha intervención de los arqueros. Parecía todo resuelto en este partido, porque Huracán no mostraba signos de querer buscar el empate, y Arsenal movía la pelota a los lados, buscaba siempre a los delanteros pero carecía de mayor profundidad.  


Garnero quiso darle aire al equipo ingresando a Marcone por Carabajal y luego al final del partido, decidió el retorno de Christian Díaz tras la lesión. Aplaudido por todo el estadio, una vuelta milagrosa y que le permite repensar su futuro. Muchos hablaban que era el final de su carrera profesional, pero Díaz demostró que todavía tiene ganas de jugar al fútbol.

El Arse se despidió de Sarandí con mucha dignidad. Recordando viejas hazañas como la Copa Sudamericana 2007, para el hincha del Viaducto pareciera que fue ayer aquella final ante el América en cancha de Racing, todavía recuerdo momentos increíbles de aquel Torneo, además del gol de Andrizzi, aquel partidazo en el Azteca, los penales y Mario Cuenca, Yacuzzi en el Jalisco, el partido en Goiânia en que nadie daba un peso por el Arse, y aquella noche de Septiembre en el Nuevo Gasómetro.Ojalá no deba esperar 50 años para volver a ver a mi equipo jugando Copas, y espero que consigamos clasificar a la próxima Sudamericana.
 

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