El Arse no pudo torcer el destino. Aquel juego mezquino y pragmático mostrado en el partido de ida terminó por condenarlo. Lo de ayer fueron solamente ganas, agregado a la natural cuota de desesperación por ver pasar el tiempo inexorablemente. La historia dirá si Garnero se equivocó al no arriesgar de entrada allá en La Plata o no atreverse a poner en marcha sus ideas ofensivas de los primeros partidos por miedo a romper con lo ya establecido. Arsenal ya no es el mismo de antes, creo que nos pesa haber salido campeones, porque los veo satisfechos, sin esa humildad que antes era nuestro sello. Jugar esta Copa se había vuelto un problema y no valía la pena seguir insistiendo. El hijo pródigo de Sarandí dió un paso al costado y entregó en bandeja el trofeo conseguido con tanto esfuerzo el año anterior.
Del discreto partido que vimos ayer, por momentos un bodrio, rescatar que Arsenal con todas las limitaciones trató de buscar ese gol que diera la clasificación, sin embargo no encontró esa oportunidad clara para anotar. Estudiantes se cerró muy bien, y sus defensores fueron las figuras. Como Matías Sánchez cerró el mediocampo, no quedó otra que intentar con los avances de Javier Yacuzzi y del Tato Carrera. Desafortunadamente, estaban las torres Alayes y Desábato que capturaban todos los centros, anulando al pobre Sava al que jamás le llegó la pelota. En el primer tiempo, sólo hubo remates desde lejos, Verón para el Pincha, Yacuzzi con disparos y tiros libres más algún intento desesperado de Casteglione. Del Papu Gómez muy poco, no logró desmarcarse como para causarle líos a la retaguardia platense.
La segunda etapa fue poner toda la carne al asador. Entró Leguizamón por Pellerano y el entrerriano nuevamente le cambió la cara al Arse. Hubo más actitud ofensiva y se produjeron los intentos más nítidos, con cabezazos de Sava y Casteglione, esto último fue lo más claro del partido para Arsenal, Andújar tapó el intento del capitán que se zambulló de palomita tras un centro de Legui. Sin embargo Estudiantes de a poco fue durmiendo el trámite del encuentro, se dedicó a esperar y hacer tiempo mientras se consumían las últimas esperanzas de poder clasificar. No caímos en la desesperación extrema de querer solucionar todo con huevo', pero se cometieron faltas innecesarias, algunas cagadas que por suerte no terminaron mal, y amonestaciones por juego brusco. La expulsión de Salgueiro tras agredirse mutuamente con Mosquera queda para la anécdota. A esa hora ya nada importaba, como venía la noche se sabía que el Arse no podría hacer el milagro. Quién sabe, puede que sea la última experiencia internacional del equipo durante un largo tiempo, cuando ya nos habíamos acostumbrado a jugar entresemana.
Para concluir, debo agregar otro factor que influye en el desempeño del Arse. Por desgracia, carecemos de un jugador en una posición clave y que antes era común en nuestro equipo: alguien que se pare delante del doble 5 para recibir las descargas al recuperar el balón y que de eso genere juego abriendo la cancha. Antes era Santiago Hirsig y durante momentos intermitentes Andrés San Martín; Pellerano y Casteglione no sienten esa función porque son más de marca, no de dar pases largos. Ojalá el pelado se reponga porque el equipo sufre demasiado su ausencia. El 2008 ha sido de amargura para San Martín ya que no logra recuperarse de esa lesión del partido ante Fluminense en Rio.
Martín
PD: Yo no puteo a Calderón, toda la vida ha dicho que es de Estudiantes y tiene todo el derecho a celebrar sus goles, si los hace para el Arse los celebro, si los hace para otro equipo me chupa un huevo...
---------------------------------------------------------------------------------------------------
Lee también la columna de Joaquín:
VAMO' EL ARSE: MOMENTO DE CAMBIAR
0 reacciones until now.
Publicar un comentario