7 DE SEPTIEMBRE
2DA FASE
SUDAMERICANA 2004
SARANDI
Arsenal 2
Carlos Casteglione, Jorge Nuñez
River Plate 1
Maximiliano López
A los 40 minutos del segundo tiempo River ganaba por 1 a 0. Lograba un éxito basado en el esfuerzo, ante un adversario complicado, en un escenario difícil. No pensaba, no creía en un final diferente, a pesar de que Arsenal avanzaba en el desorden, atacaba con vértigo. Pero en un puñado de minutos -en seis para ser exactos- el conjunto de Sarandí reaccionó con un par de pelotas detenidas y logró un triunfo inolvidable, acaso inmerecido, pero que desató una verdadera fiesta en el estadio, en su estadio, en donde por primera vez recibió a un equipo grande en su renovada cancha.
El desquite se jugará el 30 del actual, en Núñez.
Arsenal atraviesa un fantástico momento. Está feliz en su casa, viene de ganarle por 4 a 3 a Banfield, que tiene más nombres, como visitante, el jueves último y ayer, nada menos, la víctima fue River. Un River que -es necesario advertirlo- tuvo su castigo, ya que en los minutos finales se retrasó en forma alarmante. Y totalmente innecesaria.
Apenas fueron seis minutos en los que Arsenal pasó de perdedor a vencedor, con el poder del gol, apoyado en dos jugadas detenidas. Primero, a los 40 minutos, Casteglione marcó el empate con un cabezazo, luego de un tiro libre, en forma de centro, del paraguayo Núñez. A los 46, otra vez el defensor guaraní entró en acción. Un tiro libre con su sello, fuerte, potente, se desvió en la barrera y entró por el otro lado al que apuntó el arquero Costanzo. Y Arsenal comenzó una íntima fiesta.
Atrás quedó la historia de un partido marcado por los tiempos de River. Que con Patiño y la Gata Fernández, en el primer tiempo, expusieron el mejor camino. Arriba, Sand y López, con movilidad y en una evidente actitud positiva, hicieron lo posible por desacomodar la segura última línea de Arsenal. Y, de tanto en tanto, el arquero Limia se convirtió en figura, porque apareció en cada momento en el que los avances de River tuvieron peligro.
Tanto buscó River en los primeros minutos que tuvo su premio en el final del primer capítulo. Ludueña ensayó un tiro libre que Maxi López, oportuno, desvió con la lógica que tienen los goleadores.
El desarrollo continuó de otra manera. Por responsabilidad de River, primero, que se retrasó demasiado. Y por el orgullo de Arsenal, que con una dosis de dinámica y centros reiterados obligó a River a acercarse cada vez más hasta Costanzo.
Ya no inquietó el conjunto millonario. Prefirió esperar a que los minutos transcurrieran sin sobresaltos, porque Arsenal avanzaba con desesperación, con la conducción de Esmerado, el aguerrido volante central de Arsenal, que indicó el camino con actitud.
Arsenal merecía el empate, por lo suyo y por lo que le dejó River. Empató y se ilusionó con algo más. Tan dulce venía de aquellos cuatro goles a Banfield, en su cancha, que se imaginó un final aún mejor. Y ganó, dando un golpe más a su increíble presente.
Esto es una alegría enorme. Seguimos haciendo historia.” Con estas palabras, Alejandro Limia resumió el presente de Arsenal y la felicidad por el triunfo contra River en el partido de ida por la Copa Sudamericana. Además, el arquero dijo: “Este grupo se merece todo esto. Crecemos a pasos agigantados”. Y evitó la euforia para la revancha: “Estamos bien, tranquilos. Hay que tener los pies en la tierra”.
EL RECONOCIMIENTO
Aplausos para Gandolfi
Javier Gandolfi fue titular ayer en River, pero la última temporada jugó en Arsenal. La gente de Sarandí no se olvidó de él y lo ovacionó antes del cotejo.
LA RACHA
Sigue invicto en la Copa
No podía ser mejor la primera participación en la Copa Sudamericana de Arsenal: igualó 0 a 0 con Banfield, le ganó 4 a 3 de visitante, y venció 2 a 1 a River.
LOS GOLEADORES
Maxi y Casteglione, por tres
Con los tantos que convirtieron ayer, Maxi López y Carlos Casteglione llegaron a los tres tantos en la Sudamericana, aunque el de River con un torneo más.
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