GANÓ EL INQUILINO

RACING
18 DE JUNIO
CLAUSURA 2004
FECHA 18

Racing Club 0

Arsenal de Sarandí 1
José Luis Calderón

Ni siquiera tuvo el consuelo de llevarse una victoria el simpatizante de Racing que se despojó de prejuicios y se vistió de fanático pase lo que pase para ir al Cilindro de Avellaneda. Los hinchas de la Academia se resignaron a acompañar y esperar que lo que venga sea mejor que la pálida derrota por 1 a 0 que le infligió anoche el complicado Arsenal.

El equipo dirigido por Ubaldo Fillol, urgido de puntos propios y ayuda ajena para obtener un lugar en la copa Sudamericana (ahora debe esperar que Vélez pierda), se topó con un oponente ducho en dificultarle las aspiraciones a cualquiera y cuyo objetivo concreto se reduce (ni más ni menos) a cosechar la mayor cantidad de puntos posibles para respirar con tranquilidad a la hora de mirar la tabla de los promedios.

Entre la timidez de Racing y la avaricia de Arsenal construyeron un primer tiempo deslucido y, por momentos, ordinario. Un desarrollo en el que pareció una utopía ver tres pases seguidos y en el que, cuando Racing quiso intentar algo distinto, fue frenado por un Arsenal que abusó de la infracción sistemática.

Gomito Gómez quedó cara a cara con Pezzuti, pero le regaló un cabezazo en el comienzo. Después, el riesgo fue de Racing: primero, Lisandro López remató sin fe a las manos de Limia y, sobre el final, una buena jugada entre Ramos y Ferreiro derivó en un centro que La Gata Fernández cabeceó apenas desviado.

La historia cambió tras el descanso, pues ambos equipos se dieron cuenta de que sin ambición no había negocio. Los dos encontraron mayor precisión y el partido ganó en dinámica.

José Luis Calderón avisó a los cuatro minutos con un cabezazo que hizo lucir a Pezzuti. Cuatro minutos después, Caldera no perdonó: un córnero fue peinado en el primer palo por Ruiz y el ex delantero de Independiente completó con otro cabezazo a la red.

El 1 a 0 fue ideal para que Arsenal tuviera motivos para abroquelarse y cuidar la ventaja. Y de paso, atacar con criterio aprovechando los desajustes que producía la desesperación de Racing.

Fillol probó con algunos cambios, La Gata Fernández empujó un cabezazo contra un palo, pero todo fue en vano para los locales. Porque Esmerado, la figura del partido, se convirtió en patrón impasable en el medio campo y porque la solidez defensiva de Arsenal le impidió a Racing cualquier atisbo de riesgo.

Mención aparte se lleva Javier Collado, el árbitro, que obvió un penal para cada equipo en el segundo tiempo: uno de Ferreiro a Quinteros y otro de Espínola a Fernández.

Desdibujados quedaron los aplausos que el poco público que fue a Avellaneda le brindó a su equipo. Y también el recuerdo por el 16° aniversario de la inolvidable conquista de la Supercopa, en 1988, con aquel gol de Catalán ante Cruzeiro, en Brasil.

Los de Arsenal se fueron masticando felicidad porque habían sido testigos del primer triunfo en la historia sobre la Academia.

Para este Racing que en varios momentos del campeonato tuvo vaivenes de ilusión, significó la cuarta derrota consecutiva (ante Quilmes, River, Arsenal y otra vez ante River, en el pendiente del torneo anterior).
Fue una noche en la que el orden y la simpleza de Arsenal se impusieron al ritmo desacompasado de este Racing que parece estar más pendiente de lo que viene que de lo que pudo ser.


 Bajas por Sarandí
Arsenal sufrirá varias bajas para el próximo torneo: Gandolfi (volverá a River), Bustamante (a Vélez), Gómez y Gordillo. Esmerado tiene una oferta de España. Limia iría a Racing de Santander.