Con un marcador que deja tranquilo para la revancha en Honduras, el Arse ayer aprovechó todos los errores de su rival y por lo menos disipa todos esos fantasmas que habían aparecido en los últimos días en lo que se refiere al futuro. La gran tarea de Papu Gómez desarmando la muralla que fue el Motagua en el primer tiempo, el talento de Legui a la hora de los tiros libres y de armar juego en los segundos 45 minutos y una defensa que por suerte tuvo una buena noche, fueron los puntos altos de Arsenal.
Postal del primer tiempo, disputado en mediocampo con un Motagua conservador y un Arse que no le encontraba la vuelta.
Los papeles decían que sería victoria del Arse, pero el modo en que se consiguió distó de ser cómodo. La etapa inicial fue de nivel discreto, con el cuadro hondureño defendiéndose atrás, y apostando al error en el mediocampo del Viaducto, es decir, jugando a lo Arsenal el Motagua estaba conteniendo los ataques y esperando su oportunidad para sacar ventaja. A decir verdad, pensé que nunca íbamos a tomar el rol protagonista que la situación exigía y sólo un milagro podría ayudarnos a marcar un gol. Cuando el fastidio empezaba a apoderarse de la gente y del equipo, Papu Gómez encara a los defensores y los encuentra en mal pie. No sé si una caída o si el jugador hondureño lo toca, pero el 10 del Arse cae y el árbitro no duda en cobrar penal. El trámite del partido comenzaba a cambiar para bien y aquella dura resistencia del Motagua cedía al fin.
Tiro penal que Leguizamón hizo gol y la ventaja antes del descanso era para el Arse de 1-0. La propuesta de Garnero en la segunda etapa fue ir a buscar cuanto antes otro gol, pero nuevamente el Motagua se cerraba atrás y el Arse debía adoptar una actitud de protagonista, a la que no está acostumbrado. Eran muchos los errores en los pases y el nerviosismo se hacía presa de los jugadores. Sin embargo, el Papu por enésima ocasión se transforma en la llave maestra de los partidos chivos, y en una falta cerca del área chica, hay tiro libre para Arsenal, en una posición similar a la del partido pasado contra Tigre. Quién va a patear??? Leguizamón.
El entrerriano vuelve a embocarla limpita en el ángulo más alejado del arquero, un disparo soberbio que sicológicamente era el fin del partido, pero pensando en el futuro, Dani Garnero pedía más, que no aflojarán en ir a buscar goles. El esquema ofensivo no terminó de ajustarse al plantel, pero ya Arsenal estaba tranquilo y le traspasó la desesperación al Motagua. En una nueva llegada, un tiro de esquina es rechazado a medias por los defensores hondureños, Tilguath la deja picando para que Mosquera se avive y vea al arquero adelantado, por lo que decide hacer un remate de volea, que se desvía en Posas y descoloca a Canales, que estaba volviendo. 3-0 y por lo menos la petición de Garnero estaba cumplida.
De ahí, fue administrar el balón con inteligencia y tocar bien, por ello otro gol no demoró en llegar: centro exacto por la derecha de Carrera luego de sacarse la marca, y Sava muy solo cabecea para liquidar la serie. 4-0 y ahora a pensar en Honduras para cumplir con el partido de vuelta, probablemente Garnero vaya a Centroamérica con jugadores suplentes y los que recién han subido de juveniles a Primera.
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Lee también la columna de Joaquín
VAMO' EL ARSE: PARA RECUPERAR LA MÍSTICA
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