Noche de sensaciones encontradas.
Ayer, para el hincha del Arse lo que menos importó fue el trámite del partido. Lo que se iba a ver era el último partido de Gustavo Alfaro como DT. "Lechuga" había confirmado en horas de la tarde que la CD de nuestro club no le renovaría por la próxima temporada, por lo que el partido sería la despedida de él y su cuerpo técnico. Fue un final muy frío, desabrido, para el ciclo más exitoso de la historia de Arsenal.
Y la sensación de ayer era disfrutar los 90 minutos finales de este equipo. Además de Alfaro, es muy probable que los 11 jugadores que el 30 de Julio estén en Japón sean completamente diferentes que los que salieron a la cancha hace unas horas. Estoy triste, porque por lo menos este equipo se merece un homenaje a pesar de los altibajos de la temporada, obviamente nos pasó la cuenta la inexperiencia en la Libertadores, pero aquella carencia fue la que nos hizo ganar la Sudamericana.
Sobre el partido, Arsenal apostó a la receta de siempre, entregar la iniciativa al rival hasta desesperarlo y aprovechar el primer error, distracción que este tenga. Independiente, muy ansioso por lograr esa esquiva entrada a las copas, salió desordenado, sin ideas a atacar una defensa que quería despedirse con honores. Cuenca tapó varias díficiles, y le dió confianza al equipo. No tardó el Arse en acomodarse y hacer funcionar los circuitos con el Papu Gómez, Calderón y Leguizamón.
Una jugada de Leguizamón tirado por la izquierda, se va con la pelota y lanza un centro a Caldera, quien anticipa a los defensores del rojo, y me queda la duda si la bajó con el pecho-brazo, o sólo con el brazo, por suerte el árbitro dejó seguir, y con un remate cruzado marca el 1-0.
Esto hizo desesperar a Independiente, que metió con más impetu que con fútbol al Arse en su arco, y nosotros, cómodos con la ventaja, sólo nos dedicamos a administar el balón y tratar de tenerla lejos del arco de Cuenca. Hasta que Matheu tuvo la mejor chance para empatar y no la desaprovechó, 1-1 y la celebración fue para el Rojo, que consiguió el punto necesario para clasificar a la Sudamericana.
Cuando se pitó el final, comenzaba una nueva era en Arsenal. Ahora los candidatos al banco lloverán en Sarandí, lo ideal sería alguien con experiencia en torneos internacionales, pero nuestra dirigencia siempre tiene un as bajo la manga. Las razones económicas que impidieron la continuidad de Alfaro espero que tampoco se hagan extensivas al plantel. Necesitamos tener un equipo medianamente competitivo para no hacer papelones ni hipotecar el futuro deportivo del club. En estas semanas, en las que habrá un gran éxodo de jugadores, ojalá quienes vengan estén a la altura y tengan las ganas de jugar en el Arse, tal como sucedió con planteles pasados.
Cualquier novedad, informaremos en este blog.
Gracias eternas, Lechuga!
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