lunes, 1 de septiembre de 2008

EN OTRO PARTIDO


Sin suerte de visitante

La visita al Único platense pintaba mucho más optimista para Arsenal. Se venía de un gran partido el miércoles y a pesar de las importantes bajas en delantera, como la de Sava y de Leguizamón que venían convirtiendo seguido, existía ilusión de por lo menos pelear el partido y acabar con la mala racha de visitante.

Sin embargo, lo que se vió ayer a la tarde fue un espectáculo pobre de ambos equipos, llenos de limitaciones y parejos en llegadas, en juego y en actitud para encarar el partido. Al principio, Estudiantes trató de marcar diferencias con Verón en su clásica posición de creador, juntándose con Boselli o Enzo Pérez, ante un Arse cauteloso, con el regreso de Pellerano y acompañando en el doble 5 a Carlos Casteglione. Digamos que el poderío del Pincha estaba neutralizado de buena forma por ambos jugadores y con el aporte a ratos de Carrera y Yacuzzi. Sin embargo, un foul casi imperceptible del capitán Casti a la Gata Fernández, cerca del área le daba a Estudiantes una posibilidad muy clara de marcar. Y la cabeza pensante de ese equipo, Verón, no la desaprovechó. Creo que el contexto del partido estaba alejado de aquella definición imposible para Campestrini. 1-0 y el Arse debía remarla de nuevo como tantas veces en el semestre. Además, ese tipo de falta que casi nunca se cobra hizo que la bronca se apoderara de jugadores y cuerpo técnico.

De ahí, todo fue reacción e impetú de Arsenal. Gómez se vió obligado a echarse el equipo a los hombros y cuando se enchufa causa estragos en la defensa rival. El 10 estuvo cerca de marcar cuando tras una excelente centro de Díaz, una corrida de Carrera y pase para Matos, una serie de rebotes, la pelota queda servida para que el Papu definiera cerca de Andújar. Era un buen síntoma y sentía que podíamos empatarlo. Y la chance más clara fue minutos después, cuando el arquero de Estudiantes falla en una devolución, quedando el balón servido para Mauro Matos que se encontraba solo ante el arco, sin embargo, al parecer estaba tan sorprendido que las piernas se le trabaron y no pudo aprovechar la posibilidad, sólo un tirito que fue despejado fácilmente por Alayes.

El segundo tiempo siguió con un Estudiantes inexplicablemente sin poder ofensivo, cerradísimo, ante un Arsenal que nunca se animó del todo a aprovechar aquel retroceso rival. Todavía es muy pronto para exigirle a este equipo que se vuelva protagonista cuando la situación lo amerite, pero es algo que se debe trabajar en el transcurso de esta temporada. Esas indecisiones nos van a costar partidos, pero cuando Arsenal se dé cuenta que tiene potencial y talento para jugar ofensivamente sin pasar zozobras atrás peleará por el campeonato. De eso no tengo dudas.

La única posibilidad neta de gol en esa etapa fue el penal no cobrado al Papu. Luego de una gran combinación entre el 10 y Christian Díaz, Gómez se encuentra solo frente al arco de Andújar en el área chica. Alayes lo empuja mucho más fuerte que Casteglione a Fernández y el árbitro Furchi se hace el boludo...y luego dicen que nos ayuda la AFA, que bronca me da cuando dicen eso y el partido lo perdemos.

En fin, el partido siguió su curso cansino y adormecedor con errores e imprecisiones de los mediocampistas y defensores (recordar el yerro de Matellán cuando deja solo a Boselli y el ex-Boca la manda al diablo). Cuando el Arse presionaba y atacaba sin mucha energía, una pelota recuperada por Braña llega a los pies de Boselli, este espera que el recién ingresado Calderón pase por la espalda del paraguayo Carlos Báez y quede cara a cara con Campestrini. El remate del delantero pincha acaba en el fondo de la red y obviamente lo gritó con todo. Pero estamos vacunados ante eso, sabemos como es Caldera...

Lo que viene para el Viaducto ahora es la querida Sudamericana, viaje a Honduras en la semana para que el jueves a la noche enfrentemos al Motagua en Tegucigalpa. No creo que Dani Garnero arriesgue llevar a todo el plantel para defender una ventaja de 4 goles, pero lo ideal sería un triunfo allá para levantar el ánimo y seguir creyendo. Si pasamos, podremos vengarnos de lo sufrido hace unas horas.



Una falta imperceptible, un gol de otro partido.

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Mirá también la columna de Joaquín:

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